jueves, 9 de enero de 2014



“Juegos cooperativos y juegos competitivos en educación: diferencias y posibilidades” 



Contenidos

1. Introducción

2. Definición de juego

3. Juegos cooperativos. Definición y características

                3.1 Juegos cooperativos. Ventajas e inconvenientes

4. Juegos competitivos. Definición y características

                 4.1. Juegos competitivos. Ventajas e inconvenientes

                 4.2 Factores que causan un mal juego competitivo

5. Diferencias y posibilidades

6. Conclusiones

7. Bibliografía




1. INTRODUCCIÓN

Con este trabajo, pretendemos dar una visión sobre los juegos cooperativos y los competitivos; sus aspectos positivos pero también las aportaciones negativas y su aplicación práctica en la educación, así como sus diferencias y las posibilidades que aportan en el campo de la educación.

La competición siempre ha estado presente en la sociedad y ha sido en los últimos años cuando ha alcanzado un máximo de protagonismo. Este modelo competitivo que impregna nuestra sociedad se ha visto transferido claramente al ámbito educativo, y ha sido esta línea competitiva la que se ha venido desarrollando estos últimos años en los colegios e institutos. Según Alves, (1999) los juegos cooperativos nacen de la preocupación en la excesiva valoración que la sociedad atribuye a la competición. Además añade citando a Orlick (1989) “la competición, así como la cooperación, son valores aprendidos. A la vez, nuestra sociedad y nuestro sistema educativo se sustentan y tiene perpetuado exclusivamente una ética competitiva”.

Por otro lado, desde hace unos años, existe una corriente que fomenta los juegos cooperativos para contrarrestar la fuerza de la competición, aportando valores que no están presentes en la competición.

Por tanto, como muy bien dice Antón, (2011):
El juego y las metodologías cooperativas se plantean como herramientas indispensables en la Educación Física, ya que engloban dos aspectos fundamentales que no se dan en otras actividades, como son el disfrute del aspecto lúdico del juego compartido, y el hecho de compartir ideas y de unir esfuerzos para conseguir un objetivo común (p. 109).
Estos tipos de juegos no están exentos de problemas, pero con este trabajo pretendemos darlos más conocer para que los futuros profesores puedan tomar cartas en el asunto y actuar de una forma adecuada y coherente.



2. Definición de juego

A lo largo de la historia son diversos los autores que han definido los juegos.

Cagigal, (1996) los define como: acción libre, espontánea, desinteresada, intrascendente que se efectúa en una limitación temporal y espacial de la vida habitual, conforme a determinadas reglas, establecidas o improvisadas y cuyo elemento informativo es la tensión.

Finalmente, por no extendernos, Froebel (Buscar el article i l'any) lo define como: el más puro y espiritual producto de la infancia, engendra alegría, libertad, contento, armonía, paz; del juego emanan las fuentes de todo lo bueno. 




3. Juegos cooperativos. Definición y características



Existen numerosas referencias o definiciones de juego cooperativo (Orlick (1990), Pérez Sánchez (2001), Pérez (2002), Antón (2011), Velázquez (2012)). De esta forma, la definición de Orlick (1990) recoge la mayoría de las características comunes.
 

Desde un planteamiento inicial basado en la estructura de meta (individualista, competición y cooperación), Antón, (2011) define las actividades lúdicas cooperativas como “las que demandan de los jugadores una forma de actuación orientada hacia el grupo, en la que cada participante colabora con los demás para la consecución de un fin común (Omeñaca y Ruiz, 2007).”



Para Pérez (1998) y Sánchez (2005) los juegos cooperativos son actividades lúdicas cuya característica primordial es proponer la cooperación como una forma de interacción entre sus participantes, exige la acción conjunta de varias personas con la intención de alcanzar un objetivo común. Esta acción conjunta debe implicar la participación de todos mediante acción coordinada. Ese proceso debe suponer un enriquecimiento personal y una exploración gratificante de las posibilidades creativas en un ambiente donde nadie es discriminado, excluido, derrotado o eliminado.

Finalmente, Torrente (2007) citando a Orlick, (1990) reflexiona sobre los juegos cooperativos y justifica su idea en la diversión, sin el daño de una derrota. Su idea básica es que las personas jueguen juntas y no unas contra otras, evitando la existencia de niños pasivos y desapareciendo de la eliminación. La cooperación la relaciona con la comunicación, cohesión, la confianza y el desarrollo de destrezas para una interacción social positiva.
 

Dentro de las características de los juegos cooperativos, Llanos, (2003) realiza un compendio de las aportaciones de diversos autores que caracterizan los juegos cooperativos por:
  • Los participantes aspiran a una finalidad común: trabajar juntos (Pallares 1978) en Llanos (2003).
  • Todos ganan si se consigue la finalidad y todos pierden en caso contrario; la recompensa es común (Pallares 1978) en Llanos (2003).
  • Los jugadores compiten contra los elementos no humanos del juego, en lugar de competir entre ellos (Pallares 1978) en Llanos (2003).
  • Los jugadores combinan sus diferentes habilidades uniendo sus esfuerzos (Pallares 1978) en Llanos (2003).
  • Todos los integrantes del grupo tienen un papel que desarrollar y hay una igualdad de estatus.
  • Representa un disfrute de medios, una exploración creativa de posibilidades más que una búsqueda de metas.
  • El niño jugará por el placer de jugar no por conseguir un premio.

Orlick, (1986) en Antón, (2011) añade cuatro características: Cooperación, aceptación, participación y diversión. Además Orlick, (1990), en una publicación posterior añade que los juegos cooperativos son liberadores:

- Libre para crear. Crear es construir, y para construir, la importancia del aporte de todos es fundamental
- Libre de exclusión. El juego cooperativo busca incluir y no excluir, para evitar el rechazo.
- Libre de elección. Pone en marcha la iniciativa personal y demuestra respeto por ellos, confirmándoles la creencia de que son capaces de ser autónomos.
- Libre de agresión. Se busca eliminar estructuras que requieran la agresión contra los demás.
 




figura 1: Mapa cognitivo: el juego comparativo.
Fuente: Omeñaca, R. y Ruiz, J. V. (1999). Juegos cooperativos y educación física (p. 50) Barcelona: Paidotribo.




3.1. juegos cooperativos. ventajas e inconvenientes.

Para Velázquez (2012) durante el trabajo grupal pueden aparecer conductas que resultan perjudiciales para el logro individual y colectivo, algunas clasificadas por diversos autores son:
   -    El efecto polizón (Kerr y Bruun, 1983), consiste en que algunos miembros del grupo, dejan a sus compañeros hacer el trabajo beneficiándose de los éxitos grupales 
   -  La división disfuncional del trabajo (Sheingold, Hawkins y Char, 1984), por la que algunos miembros asumen demasiada responsabilidad dejando solo las tareas secundarias al resto del grupo. 
    -    La renuncia (Putnam, 1997) o abandono del trabajo ante el más mínimo problema con la tarea o con los compañeros. 
   -   La gestión destructiva del conflicto (Jehn y Mannix, 2001; Somech, 2008), donde se critica a las personas en lugar de a las ideas

Antón (2011) citando a Omecaña y Ruiz, (2007) indica las dificultades que tienen los grupos que se inician en este tipo de juegos:
-    Aprendizajes previos no adecuados. Los juegos propuestos deben adecuarse a los aprendizajes previos de los alumnos. De esta forma, podrán poner en juego los recursos para aprender de forma significativa.
-       Reacción negativa ante la no consecución del objetivo. Es importante que los objetivos que se marquen sean alcanzables para que no surjan situaciones de rechazo.
-         El egocentrismo. Se trata de un aspecto más vinculado al pensamiento intelectual en la época de primaria (7-8 años), donde se considera la opinión personal como la única posible y, por lo tanto, la que deben aceptar los demás.

-  El favoritismo intragrupal. Puede darse el caso que se establezcan competencias entre los diferentes grupos. Para evitar esto, trataremos de establecer metas comunes que nos lleven a una meta superior.
-         Interés por la competición. La satisfacción personal que da la competición, superarse a sí mismos, debe tratar de ser cubierta por el juego cooperativo proporcionando dicha superación personal además de la satisfacción del logro colectivo.
-      Incumplimiento de reglas. Es necesario promover la valoración de las reglas como medio para delimitar el marco de juego y explicar su importancia para que el juego pueda existir.
-         Reacción hacia los menos capacitados. Los más hábiles tenderán de responsabilizar a alguien del fracaso cuando el grupo no consiga el éxito, por tanto, buscaremos propuestas que no permitan que la responsabilidad del resultado recaiga sobre alguien.
-         El clima social de la clase. Deberemos incidir antes sobre el contexto que rodea al grupo, cuando éste no sea favorable a los juegos cooperativos.
-   Deseo de obtener resultados inmediatos. Necesitaremos tiempo y paciencia para que los alumnos/as vayan interiorizando una forma de ser cooperativa.
 


Si hablamos de las ventajas de los juegos cooperativos vemos como Llanos (2003) en el libro de Tabernero, hace referencia a Jares (1992) y enumera las siguientes:
-         Construcción de una relación social positiva. Los juegos cooperativos cambian las actitudes de las personas hacia el juego y hacia ellas mismas, favoreciendo la creación de un ambiente de aprecio recíproco, apto no solo para la diversión, sino también para el aprendizaje intelectual como actitudinal. Asimismo generan comportamientos prosociales basados en unas relaciones solidarias, afectivas y positivas.
-         La empatía. Capacidad para colocarse en el lugar del otro, entendiendo así su punto de vista, sus preocupaciones, expectativas, sus necesidades y su realidad.  La comunicación empática excluye toda forma autoritaria de comunicación.
-      La cooperación. Valor y destreza para resolver tareas y problemas juntos a través de unas relaciones basadas en la reciprocidad y no en el poder o en el control. Las experiencias cooperativas son la mejor forma de aprender a compartir, a socializarse y a preocuparse de los demás. De esta forma, al colaborar para un fin común, las respuestas destructivas se transforman en constructivas.
-         La comunicación. Desarrollo de la capacidad para expresar, deliberada y auténticamente, nuestro estado de ánimo, nuestras precepciones, nuestros conocimientos, nuestras emociones, nuestras perspectivas.
-       La participación. En una cultura selectiva  y discriminatoria, los juegos cooperativos persiguen como valor y como destreza la participación de todos los miembros. Esta participación colectiva en la ejecución del juego y en la búsqueda de posibles soluciones genera un clima de confianza y de mutua implicación.
-      El aprecio y autoconcepto positivo. Desarrollar una imagen positiva de sí mismo y reconocer, apreciar y expresar la importancia del otro.
-         La alegría. Según Corman (1978): “uno de los caracteres más notables de la educación no violenta es el de formar niños/as alegres. En este tipo de juegos al desaparecer el miedo al fracaso y al rechazo, generalmente asociado a juegos competitivos, la finalidad última es la alegría.

También añadiremos algunas ventajas que señalan Omecaña y Ruiz (1999, 2001):
  • Un espacio para la creatividad
  • Comunicación en el grupo de iguales.
  • Educación del movimiento corporal.
  • Aceptación de los compañeros y convivencia intercultural.



4. JUEGOS COMPETITIVOS. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS

El diccionario de la RAE define competición como: “competencia o rivalidad de quienes se disputan una misma cosa o la pretenden”. También en materia de deportes la define como: “la acción o efecto de competir”.

Oleron (1985) define la competición como:
La capacidad de resolver problemas de la vida corriente y se caracteriza por la disponibilidad de un repertorio de respuestas. Así, formar un individuo “competitivo” será en esencia desarrollar de la forma más variada posible las características individuales (conocimientos, habilidades, capacidades en las diferentes áreas) que le conducirán a realizaciones con mayor valor adaptativo.

Pérez, (2002) aporta una definición en su tesis doctoral del profesor Devís (1994) en la que competición se define como.
La competición consiste en una búsqueda de la excelencia personal, una mejora de la afiliación y una mejora en el tratamiento del estrés, lo que produce una participación positiva en las actividades competitivas, pero que desgraciadamente vienen acompañadas normalmente por la búsqueda de la victoria por encima de todo, o la especialización temprana, produciendo graves problemas de salud.

Omeñaca y Ruiz (2005) tomando como referencia a Jonson (1980); Ausubel y Sullivan (1983) concluyen que el juego de competición se caracteriza porque:
  • Permite explorar las propias posibilidades y limitaciones en comparación con los demás.
  • Si el grado de dominio de las capacidades que fomenta el juego es elevado, se produce una incidencia favorable en el autoconcepto.
  • El error genera situaciones de discriminación y produce inhibición en los menos dotados.
  • Se prima exclusivamente el rendimiento individual y el hecho de ganar.
  • Se generan actitudes de rivalidad.



4.1. JUEGOS COMPETITIVOS. VENTAJAS E INCONVENIENTES

Volviendo a las características descritas anteriormente por Omeñaca y Ruiz (2005), añadiremos también algunas de las ventajas y desventajas que ellos mismos comentan en el mismo punto y hemos omitido anteriormente.
Como ventajas destacaríamos:
  • Permiten explorar las propias posibilidades y limitaciones en comparación con los demás.
  • Estimula el esfuerzo y el deseo de superación individual.
  • Si el grado de dominio de las capacidades que fomenta el juego es elevado, se produce una incidencia favorable en el autoconcepto. 
Como Inconvenientes propuestos por los autores señalaremos:
  • Las posibilidades para la creatividad quedan limitadas por la búsqueda del resultado inmediato.
  • Aparece el temor al fracaso.
  • El error genera situaciones de discriminación y produce inhibición en los menos dotados.
  • Se prima exclusivamente el rendimiento individual y el hecho de ganar.
  • Se generan actitudes de rivalidad.
  • Queda excluida la ayuda a los demás y el intercambio de información es muy limitado.


4.2. FACTORES QUE CAUSAN UN MAL JUEGO COMPETITIVO

Basándonos en la tesis doctoral que Pérez, (2002) nos brinda sobre la competición en el ámbito escolar, hemos extraído algunos de los factores que son causantes de que el juego competitivo adquiera un carácter educativo negativo.
  •  Las instituciones representantes del deporte profesional, que encuentra en el modelo educativo competitivo, un caldo de cultivo perfecto y barato de encontrar nuevas promesas del deporte, seleccionando a un grupo muy reducido de individuos a partir de su comportamiento y rendimiento en los diferentes juegos competitivos que se les proponen en las clases y entrenamientos desechando al resto.
  • La falta de preparación de algunos de los profesionales de la Educación Física, monitores, instructores y profesores, que fomentan el modelo educativo competitivo.
  • Medios de comunicación, en su forma de retransmitir las noticias deportivas, narrando cual trovador batallas épicas entre equipos, usando términos que fomenten la violencia y amparando a jugadores profesionales que no conciben en su juego el “fair play”.
  • Cultura y sociedad, sociedad en la que queda completamente integrada la competición y en ocasiones deshonesta y queda amparada e integrada en la cultura de la gente.
  • Y el ambiente familiar, donde la propia presión de los padres, puede animar a los hijos a competir, su insistencia desmesurada también puede abrumarlos y hacer que se plateen el abandono del deporte que practican.



5. DIFERENCIAS Y POSIBILIDADES

Para Sánchez, (2005):

Mientras las estructuras de carácter competitivo los alumnos se esfuerzan por lograr objetivos que no todos pueden alcanzar, lo que conlleva interacciones negativas en las que se concluye: “Tu éxito me perjudica; tu fracaso me beneficia”.

En las estructuras de carácter cooperativo, cada alumno alcanza sus objetivos al mismo tiempo que el resto de sus compañeros, por lo que se promueve una interdependencia positiva entre los logros de todos los participantes. En este caso, cada persona, sintiéndose parte importante de un todo (de un equipo) puede asentar: “Tu éxito es mi éxito y mi fracaso tu fracaso también”.

Según Benavent en Camaner, et al, la competición bien utilizada como medio y no como fin, es un elemento formativo que permite al individuo introducirse en la realidad de nuestra sociedad actual, pues a través de los juegos se experimenta la sensación de triunfo o éxito de todos los alumnos, introduciendo los juegos de oposición cuando el alumnado asimila la noción de competición correctamente. Para no caer en las dificultades mencionadas anteriormente que podrían provocar el juego competitivo, los autores hacen la siguiente serie de recomendaciones:
  1. Explicar las reglas fundamentales y jugar de forma global.
  2. Parar y dejar que los equipos elijan sus propias formas de actuar.
  3. Volver a jugar para realizar la estrategia consensuada anteriormente.
  4. Parar y reunirse todos para añadir la propuesta planteadas.
  5. Que el profesor proponga modificaciones en el juego para paliar las deficiencias.
  6. Jugar más tiempo incidiendo en la participación de todos y la comprensión de la actuación de los jugadores. 

Torrente (2007) para comparar los dos tipos de juegos hace referencia a el brasileño Fabio Otuzi Brotto (1999), que basándose en las ideas de Terry Orlick, destaca el papel educativo de los juegos cooperativos comparándolo con el de los juegos competitivos en el siguiente cuadro:  


 


6. CONCLUSIONES

Podemos concluir entonces diciendo que el deporte y competición son aspectos que dependen uno del otro, aspectos tan dependientes que han llegado a arraigarse fuertemente en nuestra sociedad, llegando  hasta el mismo seno de la educación.

Pensamos que este modelo basado en la competición no siempre es el más adecuado y que, en muchas ocasiones se excede su uso creando ambientes educativos inadecuados, sin deberse a la utilización de los juegos competitivos en si, si no al mal uso que dan de ellos los profesionales de la Educación Física. Como destacan Omeñaca y Ruiz (1999) no todo lo competitivo acarrea aspectos negativos, sino que como bien señala, en ocasiones son los encargados de reforzar los aspectos positivos (la excelencia personal o el deseo de autosuperación) siempre y cuando se pueda evitar en la mayor medida posible los aspectos negativos (la pérdida de valores, el deseo de ganar por encima de todo, o repartición desigual entre los participantes). Estos últimos aspectos son causantes de gran número de abandonos entre los jóvenes deportistas por estrés a el que se los somete en el colegio, en los entrenamientos y por  miedo al fracaso.



Por otra parte los juegos cooperativos son un tipo de juegos que desarrollan múltiples capacidades en sus practicantes directamente relacionada con la comunicación, la cohesión, la confianza, la autoestima y el desarrollo de las destrezas para una interacción social positiva. Pero tampoco un modelo puramente cooperativo queda libre de toda problemática. Velázquez (2012).

Por tanto coincidimos y pensamos que debemos asociar el término competición al término cooperación, y a los respectivos valores de cada uno. Teniendo en cuenta y considerando que los dos tipos de juegos son importantes en el ámbito de la Educación Física y que pueden complementarse y no tener que decantarse por unos o por otros para una correcta educación de los alumnos, incidiendo siempre en sus características positivas e inculcando los valores positivos de cada tipo de juego, para conseguir dar una formación educativa lo más completa posible al niño/a.


Aquí adjunto unas fotos y el link de una página  donde podemos encontrar gran cantidad de propuestas de juegos cooperativos.


















http://www.educacionfisicaenprimaria.es/1/post/2013/05/juegos-cooperativos.html





7. BIBLIOGRAFIA